Ayer fuimos masacrados por el poder cubano de Corzo determinante en los momentos decisivos del encuentro.Ayudados por los bloqueos/estorbos de su enorme pivote lituano, la primera línea conquense acabó con nuestras ilusiones y se llevó el partido. Solo queda levantarse y esperar al siguiente partido.
Conclusión: En Cuba los coches son viejos y los deportistas inconmensurables