Cuenta la leyenda que Jasón y sus Argonautas llegaron hasta
Ljubljana remontando el río y allí dieron muerte a un dragón tras una
sangrienta lucha. El fantástico animal es por derecho el símbolo de la capital
de Eslovenia, una de las ciudades más modernas, tranquilas y limpias de Europa.
Su principal arma es la juventud y desparpajo de sus jugadores,
unos muchachos que han colmado de ilusión a la afición de su país, el zurdo Dolenek y el cañonero Mackovsek son un claro ejemplo de los
resultados del trabajo de cantera en un país que vibra con el balonmano. La portería
está cubierta por los veteranos Skof y Prost,
este último de gran calidad aunque implicado en el “asuntillo” de apuestas
del Montpellier, las espadas están en alto para el choque de mañana, ¡ QUE
CONTINUE EL ESPECTACULO!
Fdo.Donbeno