"El Modernismo esloveno está estrechamente vinculado a los
planos urbanos de Ljubljana, entonces capital de Carniola. El estatuto
de capitalidad determinó el proceso de modernización de Ljubljana a lo
largo de la segunda mitad del XIX. Cuando el 14 de abril de 1895 fue
sacudida por un devastador terremoto, Ljubljana contaba ya con nuevas
infraestructuras: dos líneas de ferrocarril, suministro de gas y
electricidad, una planta depuradora, así como concursos arquitectónicos
promovidos por los gobiernos imperial o provincial e, incluso, por la
propia municipalidad. El terremoto aceleró la renovación, dirigida desde
1896 por el alcalde Ivan Hribar, un nacionalista panesloveno que
impulsó los nuevos proyectos urbanísticos, arquitectónicos y culturales.
Hribar invitó a un gran número de arquitectos eslavos, educados en su
mayoría en Viena y Graz, con la voluntad de convertir Ljubljana en una
segunda Praga. La reconstrucción se centró en el área comprendida entre
los límites del núcleo histórico y la vía férrea.
Junto a Hribar, la figura central de la renovación de Ljubljana es
Maks Fabiani, urbanista y arquitecto esloveno de prestigio
internacional, responsable del proyecto de regulación urbana en forma de
cinturón de ronda y a partir de un estudio exhaustivo de la morfología
de la ciudad que, durante siglos, se había desarrollado en torno al
castillo conformando una red de calles en círculos concéntricos. En los
límites de este plan Fabiani diseñó también el parque Miklošič, el
enclave secesionista más importante de la ciudad, y algunos edificios
singulares. Además, trasladó a Ljubljana las innovaciones de la
Secession vienesa -junto a Bohemia, principal centro de influencia en
Eslovenia.
El Secesija, nombre del nuevo estilo esloveno, vivió su período de
apogeo entre 1900 y el fin de la Primera Guerra Mundial. Fue en las
nuevas tipologías arquitectónicas donde se afianzó más rápidamente, en
grandes almacenes, hoteles, bancos nacionales y complejos escolares,
iconos de prosperidad económica y del espíritu nacionalista que regía en
la ciudad. En este respecto destacan el hall del Hotel Union y el de la
Casa Urbanc, la escalera de la Casa Bamberg y el interior de la Escuela
Mladika. En lo que se refiere al estilo, en general los adornos se
limitan al entorno de las aberturas de las fachadas, raramente se
encuentran en los interiores. Son recurrentes los de procedencia
vienesa: inscripciones, decoraciones florales y formas geométricas de
colores vivos -la Casa Hauptmann o el Banco Cooperativo-, mientras que
el trabajo del hierro en marquesinas y balcones estaba a menudo influido
por el estilo belga."
http://www.artnouveau.eu/es/city.php?id=31