viernes, 11 de enero de 2013

SERBIA, UN PAÍS AMIGO



Lejos quedan ya los años sombríos de la ruptura de Yugoslavia, de la guerra en Croacia, en Kosovo y, sobre todo en Bosnia; de la guerra y la limpieza étnica.
El análisis de aquella guerra señala que las responsabilidades recaen mayoritariamente sobre el hipernacionalismo serbio reconvertido desde el totalitarismo socialista yugoslavo, en nombre del falso ideal de la Gran Serbia.
Naturalmente ello no implica a toda la nación serbia y mucho menos a todos los serbios, pero han tenido que pasar muchos para que los serbios hayan mirado de frente lo que ocurrió hace un par de decenios en la antigua Yugoslavia y comprobado lo que se hizo en nombre de un ideal falsificado de superioridad étnica.
Serbia, heredera de la inviable Yugoslavia, pudo ganar en el frente pero poco a poco su victoria militar se fue convirtiendo en desastre moral y material. Yugoslavia se rompió en 1991 con las independencias de Eslovenia y Croacia.Después vendrían Bosnia, Macedonia, la guerra a causa de las prácticas serbias en Kosovo en 1999; y las independencias de Montenegro (2006) y el propio Kosovo (2008). De quererlo todo a perderlo todo y, por el camino la ruina en todos los órdenes. Pero, sin olvidar la historia, es necesario continuar adelante y dar otra oportunidad, como a otras naciones, a este país amigo que también ha sufrido. Mucho han cambiado las cosas y mucho ha evolucionado Serbia y desde esta perspectiva son de gran sensatez opiniones como las de la embajadora de Serbia en España, Jela Baćović: "No puede ser que persista solamente esa imagen de Serbia, resultado del conflicto (…) Las nuevas generaciones han aprendido muchísimo de esa gran pérdida que fue la guerra”. Las opiniones de la Señora Baćović (http://www.casabalcanes.com/115.html) sirven para calibrar la realidad constructiva y conciliadora de la nueva Serbia.
Una muestra de la apertura serbia es el deporte y más concretamente el balonmano. En Zaragoza tenemos el honor de recibir a la selección serbia y disfrutar de la genialidad de la escuela deportiva de los países balcánicos. Todos recordamos el éxito organizativo y deportivo del campeonato de Europa del pasado año en 2012 y su espectacular colofón en la final entre el equipo anfitrión y Dinamarca. Ese día en el Belgrado Arena hubo más de 20.000 espectadores apasionados pero correctos. La misma selección serbia que hizo luchar al máximo a Dinamarca y que había eliminado a Croacia, no fue capaz de pasar la primera fase de los JJ.OO. de Londres unos meses después, lo que deja patente su capacidad para lo mejor y lo mediocre pero, con jugadores como los que tiene y tratándose de una escuela como la serbia y aun la yugoslava, son garantía de calidad y espectáculo.
Sin entrar en un análisis más profundo, basta señalar a jugadores como el portero Darko Stanic o los laterales Momir Ilic (lo padecimos con el Gummersbach) o Marko Vujin (ambos jugadores del campeón de Europa: el Kiel. Otros jugadores con gran talento como Manojlovic o Sesum y viejos conocidos de la liga ASOBAL como nuestro Ivan Stankovic, Ivan Nikcevic (San Antonio, Granollers), Uros Mitrovic (Pilotes Posada), Petar Nenadic (Barcelona) o Drasko Nenadic (ex de Granollers y ahora en Guadalajara).
Para acabar, también es obligado a referirse al entrenador del equipo serbio, el gran Veselin Vujovic (nacido en Montenegro) unos de los grandes jugadores de la historia del balonmano a quien también tuvimos en España como jugador y entrenador.

FDO.Artillero ferroviario Balcanista ( AMP)